LA PEQUEÑA LUZ ESPERANZA SE JUEGA EL PARTIDO DE SU VIDA

Siempre será una Luz y Esperanza.

La prodigiosa tenista peruana Luz Esperanza Merry Viteri se encuentra lamentablemente hospitalizada en el ''Derriford Hospital'', en la Ciudad de Plymouth (Inglaterra), habiendo sido operada por cuarta vez a la cadera, tras contraer una fuerte bacteria durante su estada en Arizona (USA), donde realizaba su preparación de pretemporada.

La preocupante noticia fue dada a conocer vía internet por la señora Luz Viteri de Merry, mamá de Luz Esperanza, indicando que –después de contraer la bacteria-, “los médicos en USA tuvieron que operarla tres veces en una semana, para salvarle la vida, ya que la infección se trasladó a la sangre…”

“Luego de estar seis semanas en el hospital, fue permitida regresar a Inglaterra, pero lamentablemente luego de un rutinario control, los médicos encontraron que la infección posiblemente regreso y, por ello, tuvieron que operarla nuevamente”.

Luego agrega:

“Los médicos se encuentran preocupados, ya que la infección ha destruido el cartílago de su cadera del lado derecho. El médico que la ve no tiene las condiciones para la re-construcción de la cadera y nosotros sus padres, luego de larga investigación y búsqueda, hemos encontrado un especialista americano, Dr. D Paley, pionero en re-construcción de cadera, quien se encuentra interesado en ayudarla para darle la calidad de vida que se merece”.

Pese a su delicado estado de salud, Luz Esperanza se mantiene siempre positiva y tiene la gran seguridad de que se recuperará totalmente y hará realidad su sueño de convertirse en una  gran campeona.

Con apenas 11 años de edad, la precoz tenista había ganado el año pasado su título número 30 en su corta y brillante carrera, cuando fue invitada para prepararse en Arizona, con miras a la temporada 2012, en la cual tenía previsto participar en la Gira COSAT y representar al Perú en un Sudamericano de 12 años.

De carácter alegre y noble, ella siempre lleva la rojiblanca en su corazón y dedicó sus 30 títulos al Perú.

Ahora, que se juega el partido más difícil de su vida, existe confianza y fe en que vencerá la adversidad y saldrá airosa, para alegría de todos.

Acudimos a Dios, fuente de salud y de consuelo, para que realice un milagro de amor y devuelva la salud de la talentosa Luz Esperanza.

¡Fuerza, querida campeoncita!